A quienes llamamos héroes los estamos dejando en el olvido y haciendo honor a nuestro triste historial de injusticia.

Habiendo trascurrido una considerable cantidad de días, ni el Estado Nacional, ni autoridades Municipales o Provinciales, han brindado solución alguna a los casos de contagios del personal del Centro Medico El Talar, alcanzando a 30 testeos positivos en la referida institución. Completando  el panorama de  desolación, la patronal actúa  con represalias y despidos, siendo víctimas de este abuso dos enfermeras que, “casualmente” (o no tal vez) denunciaron  la grave  situación y las terribles condiciones de trabajo a las cuales, tanto ellas como sus compañeros, se veían enfrentadas.

L a referente de izquierda Vilma Ripoll estuvo presente en la movilización que se realizó en las puertas del centro, detallando con claridad, lo acontecido “las trabajadoras venían  haciendo reclamos por los elementos de seguridad y los testeos masivos a todo el personal y no fueron escuchadas, encima crecieron los contagios y persiguen a los que denuncian”

Ripoll enfatizo, con un evidente ánimo de molestia y contrariedad, que “Alejandra Sotelo y Ruth Leites fueron despedidas mientras cumplían con el aislamiento obligatorio en sus casas. Flavia Almela y Esther Galarza están internadas. Flavia está luchando por su vida por culpa de la negligencia y la desidia de la patronal; y el abandono de la obra social de sanidad, el sindicato y los directivos de la clínica, que un momento tan delicado solo supieron darle la espalda sin importar nada”.

Hoy tendríamos que cuidar de quienes nos cuidan, de aquellos que cuando comenzó la pandemia nunca pensaron en renunciar ni abandonar sus tareas. Hoy ellos están a la merced de la desidia de los que tienen el poder de mejorar sus condiciones laborales y no lo están haciendo o no supiendo como hacer.

“De madrugada desperté, pensando en la noche de ayer, y recorrí parte de mi vida, son muchos sueños que perdí y algunos que siguen aquí, pero no hay nada que soñar me impida…otra vez, otra vez ¿me agarrás la mano antes de caer”.

A quienes llamamos héroes los estamos dejando en el olvido y haciendo honor a nuestro triste historial de injusticia.

Habiendo trascurrido una considerable cantidad de días, ni el Estado Nacional, ni autoridades Municipales o Provinciales, han brindado solución alguna a los casos de contagios del personal del Centro Medico El Talar, alcanzando a 30 testeos positivos en la referida institución. Completando  el panorama de  desolación, la patronal actúa  con represalias y despidos, siendo víctimas de este abuso dos enfermeras que, “casualmente” (o no tal vez) denunciaron  la grave  situación y las terribles condiciones de trabajo a las cuales, tanto ellas como sus compañeros, se veían enfrentadas.

L a referente de izquierda Vilma Ripoll estuvo presente en la movilización que se realizó en las puertas del centro, detallando con claridad, lo acontecido “las trabajadoras venían  haciendo reclamos por los elementos de seguridad y los testeos masivos a todo el personal y no fueron escuchadas, encima crecieron los contagios y persiguen a los que denuncian”

Ripoll enfatizo, con un evidente ánimo de molestia y contrariedad, que “Alejandra Sotelo y Ruth Leites fueron despedidas mientras cumplían con el aislamiento obligatorio en sus casas. Flavia Almela y Esther Galarza están internadas. Flavia está luchando por su vida por culpa de la negligencia y la desidia de la patronal; y el abandono de la obra social de sanidad, el sindicato y los directivos de la clínica, que un momento tan delicado solo supieron darle la espalda sin importar nada”.

Hoy tendríamos que cuidar de quienes nos cuidan, de aquellos que cuando comenzó la pandemia nunca pensaron en renunciar ni abandonar sus tareas. Hoy ellos están a la merced de la desidia de los que tienen el poder de mejorar sus condiciones laborales y no lo están haciendo o no supiendo como hacer.

“De madrugada desperté, pensando en la noche de ayer, y recorrí parte de mi vida, son muchos sueños que perdí y algunos que siguen aquí, pero no hay nada que soñar me impida…otra vez, otra vez ¿me agarrás la mano antes de caer”.