El aislamiento social obligatorio que el miércoles iniciará una fase más estricta en el área metropolitana empezó a delinearse hoy, a partir de su publicación en el Boletín Oficial, con controles más rígidos en los accesos a la Ciudad de Buenos Aires y el foco del Gobierno puesto en llevar ayuda a los más vulnerables y a los sectores medios durante la pandemia de coronavirus.
Mientras las autoridades del AMBA ponen a prueba por 15 días una nueva estrategia de control más severo para contener la circulación comunitaria de la Covid-19, el gobierno nacional sigue trabajando en un plan para la post pandemia.
De hecho, el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, insistió hoy en la necesidad de lograr un “gran consenso de todos los sectores sociales y políticos” hacia la instrumentación de un “ingreso universal de base” como “política de Estado” para poner paliativos a las consecuencias que dejará la pandemia.
La idea -detalló el ministro- pasa por “reconvertir los planes actuales en un ingreso de base de carácter universal”, algo que incluso “se está discutiendo en todo el mundo”.
Ratificó también que el gobierno cuenta con “un plan de recuperación económica para la post pandemia”, apoyado no sólo en esa ayuda económica, sino también en la generación de trabajo en barrios vulnerables y en la urbanización -en un proyecto a 10 años- de las 4.000 villas y asentamientos de todo el país.
Para Arroyo, “la recuperación vendrá de la mano de cinco sectores, como la construcción, los alimentos, el rubro textil, la economía del cuidado de personas y el reciclado”.
De acuerdo con esas iniciativas, unas 4 millones de personas que viven en barrios populares podrían empezar a mover la economía y generar consumo, además de acceder a condiciones dignas de vida.
En tanto, la nueva fase de aislamiento para el AMBA, dispuesta por la multiplicación de contagios de coronavirus de los últimos días y el riesgo de que colapsara el sistema sanitario, recibió el apoyo de funcionarios e intendentes de la región.
“Este último tiempo se flexibilizó de manera espontánea la cuarentena y esto hay que reducirlo; vamos a tener un rebote de contagios y, lamentablemente, de fallecimientos producto de esa flexibilización”, opinó hoy la secretaria de gobierno bonaerense, Teresa García.
Con todo, la funcionaria remarcó que el gobierno de Axel Kicillof “casi triplicó las camas de terapia intensiva con respiradores” en el distrito, pero advirtió que la ocupación de esas plazas, en el caso de enfermos de Covid-19, implica “más tiempo que otros traumas” y un mínimo de “14 días”.
En este contexto, el secretario de Seguridad, Eduardo Villalba, confirmó hoy que fueron sumadas las fuerzas federales a los operativos de control de los accesos a la Ciudad de Buenos Aires y remarcó que desde el miércoles serán “retenidos” los vehículos de “los conductores que no posean el permiso para circular”.
La Policía de la Ciudad tendrá a su cargo el “control más intensivo” dentro de los márgenes de Capital, al igual que la fuerza bonaerense en los municipios del conurbano.
En el caso de los ferrocarriles, habrá tres tipos de controles: en las cabeceras, en la llegada y salida; en los vagones, sobre el distanciamiento, y en las estaciones del conurbano de mayor presencia de gente.