Por la Dra. María de las Mercedes Dabat, especialista en clínica médica y medicina interna general.
La pandemia del 2020 por Covid 19 será una situación que pasará a la historia como una de las que más repercusión tuvo a todo nivel en el mundo: sanitario (prioritario por completo), social (los aislamientos, distanciamientos, nueva normalidad) y a nivel económico.
Si bien muchos países refirieron un control en los números de casos y mortalidad, como Nueva Zelanda o los países nórdicos, otros pudieron disminuir de manera más que efectiva el número de casos luego de haber atravesado situaciones extremas, como Estados Unidos, España, Alemania, Japón.
Pero que tuvieron en común todos los planes? Una medicación? Un plan sanitario diferente? En parte, podemos decir que una de las mejores herramientas fue el empleo de test en forma intensiva para localizar aquellos pacientes portadores de la patología, asintomáticos, para poder aislarlos y evitar su propagación ya que, por cada positivo, podemos encontrarnos con 10 o 20 pacientes potenciales.
Pero existe una situación, que puede sugerirse, pero su cumplimiento es dificultoso: LA RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL Y SOCIAL. Sin ella, no nos podemos encaminar a ningún buen camino de íntegra recuperación.
Con alertas incipientes, estamos asistiendo a rebrotes, controlados, por el momento: España, Estados Unidos, Australia, Israel. Muchos hablan de la segunda ola. En realidad es “una gran ola” de la cual no hemos salido. Centroamérica y Sudamérica son el punto hacia el cual estamos mirando: los contagios no ceden. Las muertes tampoco. Sólo Chile entró en una curva descendente, pero el riesgo no terminó.
El 30 de julio en una de las reuniones y comunicaciones habituales de la OMS se instó a los jóvenes (tomándose por tales a los menores de 25 años) a ser responsables y asumir su rol social.
El joven, como tal, interpreta que es una enfermedad de gente grande y con enfermedades asociadas. Se siente omnipotente. Qué me puede pasar, responden en entrevistas. No más de un resfrío! Y relajan las medidas implementadas.
Reuniones entre amigos, salidas a escondidas, compartir botellas, mates. No emplear las denominadas pautas de distanciamiento, fiestas Covid. Total, qué me puede pasar? .
Están inmersos en la cultura individual de no cuidar al otro. Piensan que no se van a contagiar, y lamentablemente, sucede.
No obstante, estimo que no debemos ni podemos responsabilizar a una porción de la sociedad, sobre lo que estamos viviendo. Como responsables de nuestros actos, reitero, debemos saber transmitir el correcto mensaje, escucharlos, hablar, dar mensajes claros y explícitos.
Vivimos en comunidad y respondemos a ejemplos: los mayores, debemos darlos. La responsabilidad social nos atañe a todos. Si una generación no reconoce consecuencias, algo hicimos mal. Algo no transmitimos. Faltó el ejemplo.
Cuidémonos entre todos. No tengamos pensamientos simplistas. Demos ejemplos…estamos a tiempo.