En la previa del partido en Victoria por la Copa Sudamericana, los hinchas del Matador agredieron por error al plantel local.
Se sabía que el duelo entre Tigre y San Pablo por la primera jornada de la Copa Sudamericana iba a ser caliente por el último antecedente entre ambos. Y es que el 12 de diciembre de 2012 quedó marcado a fuego en la memoria de todos. Fue el día del bochorno, del escándalo, una de las páginas más oscura de la historia moderna del fútbol sudamericano.
Mientras de un lado los brasileros festejaban y alzaban la Copa Sudamericana, los jugadores del Matador lloraban dentro del vestuario del estadio Morumbí tras una brutal represión policial.
La palabra revancha estuvo presente desde el día que se conoció que los dos equipos se volverían a enfrentar. Por eso se armó un operativo especial. Pero algo falló: la torpeza de los hinchas de Tigre. ¿Qué sucedió? Los fanáticos del elenco de Victoria arrojaron piedras contra el propio micro pensando que eran los brasileños. “Rescátense que somos nosotros”, publicó el mediocampista Agustín Cardozo y subió en sus redes sociales una foto con una piedra y un vidrio roto. Y algo más: ayer por la noche algunos hinchas tiraron fuegos artificiales en un hotel donde no concentraban los paulistas.
