La Iglesia de la Purísima Concepción de María está ubicada en la localidad de Pacheco y dicen que es el fruto de una promesa.
Según cuentan, un hijo del general Pacheco Ángel, un ferviente federal que participó en la Campaña Libertadora de Chile y en la lucha entre unitarios y federales, llamado, José Pacheco y su esposa Agustina Anchorena, angustiados por la imposibilidad de tener un hijo, le pidieron ayuda a la Virgen. Y el 1879 el milagro se hizo realidad para ellos y la familia Pacheco, en 1879 llegó José Agustín, tan anhelado niño.
El matrimonio en agradecimiento hizo construir una Capilla consagrada a la “Inmaculada Concepción” en el casco de su estancia “El Talar”, heredada de su padre.
En 1886 se inauguró dicha Iglesia, llamada “Inmaculada Concepción de María”, que se situaba en propiedad privada, pero siempre estuvo abierta a los fieles y vecinos que quisieran acercarse a orar en sus instalaciones. La pareja cuido de cada detalle en su construcción, inspirándose en los templos italianos, los mosaicos del altar, las coloridas guardas decorativas del techo, todo perfectamente armonioso.
En 1888, cuando murió Agustina, su marido le encomendó al artista italiano Modesto Faustini, que pintara cuatro murales en el altar, con motivos basados en la vida de la Virgen María. La escultura de mármol que se aprecia mirando hacia el Altar, fué esculpida en Roma, cuatro años después de la muerte de Agustina Anchorena, se dice que se realizó en base a una fotografía de la finada. El cuerpo que asciende sería el de ella. Sobre uno de los laterales interiores puede accederse a la cripta donde yacen los restos de Don José Pacheco, su esposa Agustina Anchorena y el hijo de ambos.
En 1927, la capilla fue donada a la curia y en 1963, se convirtió en parroquia, hoy actualmente sigue vigente en la localidad de Pacheco.
