El movimiento Ni Una Menos (NUM), de cuya primera concentración se cumplen cinco años mañana, logró “imponer la violencia machista en la agenda política y social”, dijo hoy Elizabeth Gómez Alcorta, ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad (MGyD).
La funcionaria, en diálogo con Télam, analizó el impacto de NUM en un nuevo aniversario de la marcha, en una semana donde está previsto que en los próximos días se presente el Plan Nacional contra la Violencia, uno de los reclamos del movimiento.
Gómez Alcorta recordó que el 3 de junio de 2015 estaba a cargo del programa Verdad y Justicia en el Ministerio de Justicia.
“Hicimos fotos en la oficina con el cartel Ni Una Menos y después un grupo fuimos a la marcha. No tenía dimensión de lo que sucedió, la potencia de esa convocatoria espontánea en nuestra historia reciente”, compartió la ministra.
Otro de los reclamos de NUM fue la jerarquización de las políticas sobre la violencia de género y este será el primer año en que se llega al aniversario de NUM con un Ministerio de Mujeres.
¿Qué le pasó a la mujer que ahora es ministra en estos cinco años?, fue la pregunta para Gómez Alcorta.
“Entre junio de 2015 y este año pasaron muchas cosas. Fueron años de mucha lucha, donde las mujeres fuimos la fuerza colectiva, la más dinámica de los últimos años. Entre las cuales me incluyo”, respondió.
“En estos últimos años se impuso la violencia machista en la agenda política, social, púbica y la resistencia con la movilizaciones. El primer paro al macrismo fue de mujeres. Se puso mucho el cuerpo en estos últimos años”, añadió.
Asimismo, valoró “el potente movimiento de mujeres y diversidad en Argentina que ya existía antes del 2015, como los encuentros nacionales de mujeres y la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito”.
“Había un recorrido, lo que tuvo Ni Una Menos es un nivel de potencia, de visibilidad, que instaló demandas muy concretas”, resaltó.
Si bien se espera que en los próximos días se presente el Plan Nacional contra la Violencia, Gómez Alcorta no quiso anticipar detalles, pero aseguró que “el desafío es poder cambiar el paradigma de abordaje de las violencias por motivos de género”.
“Pensar en un plan a dos años, en este contexto, nos plantea el desafío de lograr la ejecución de todas las acciones que no son sólo del ministerio, es un trabajo de todo el Poder Ejecutivo”, resaltó.