Una investigación judicial permitió desarticular una organización criminal que robaba repuestos y autopartes de las plantas de Ford y Volkswagen en General Pacheco. La banda actuaba con la complicidad de empleados de ambas fábricas y habría causado un perjuicio de varios millones de dólares.
La causa, impulsada por la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Benavídez, derivó en 10 allanamientos simultáneos realizados en distintos puntos del conurbano bonaerense, entre ellos Tigre, Escobar, San Isidro, Tres de Febrero y Exaltación de la Cruz. En los operativos se secuestraron teléfonos celulares, dinero en efectivo, documentación contable, armas de fuego y una gran cantidad de repuestos automotores pertenecientes a las empresas afectadas.
De acuerdo con la investigación, la organización se valía de empleados infieles que aprovechaban puntos ciegos de las cámaras de seguridad para sustraer piezas en buen estado, etiquetándolas como “defectuosas”. Los repuestos eran luego trasladados en camiones bajo apariencia de chatarra industrial y depositados en galpones donde se reacondicionaban y se ponían a la venta, tanto en locales físicos como a través de internet.
Las tareas de inteligencia incluyeron escuchas telefónicas, análisis de material fílmico y seguimiento de plataformas digitales, lo que permitió identificar el modus operandi y desarticular la red delictiva.
Fuentes policiales señalaron que los elementos incautados están valuados en cientos de millones de pesos, y que una de las automotrices damnificadas detectó en su balance anual de 2024 una pérdida equivalente a tres millones de dólares por faltantes de piezas.
La Justicia dispuso la clausura judicial de los galpones allanados y asignó custodia policial permanente en los lugares donde se hallaron los repuestos robados. Representantes de las empresas afectadas participaron de los procedimientos y confirmaron que parte del material secuestrado correspondía a componentes originales sustraídos de las líneas de producción.