Por redes sociales se conoció esta historia que terminó de la mejor manera.
“En el día de ayer, junto a un grupo de vecinos, pudimos identificar, localizar, aprehender y entregar a las autoridades a este sujeto de 65 años que a través del celular y mediante técnicas muy estudiadas de persuasión intentó concretar una cita con una niña de 12 años. Repito: 12 años y él 65.
Luego de que los padres advirtieran en el celular de la nena unos mensajes extraños, es que fuimos al destacamento de Rincón (donde fuimos excelentemente atendidos) a efectuar la denuncia.
Hecha la denuncia, me hice pasar por la nena y continué la charla, donde este sujeto me “invita” a un encuentro. Me pide que me suba a un colectivo en una parada determinada de la Av. Santa María donde no hay cámaras, que una vez que estuviera en el colectivo le sacara la batería y el chip al celular y que una vez descendido del transporte, tenía que caminar y él me iba a acompañar desde atrás a una distancia de 10 metros hasta que lleguemos a un lugar determinado.
Insisto, todo esto creyendo que hablaba con una nena de 12 años.
Es así que una vez que llega a Rincón se nos escapa (estaba en auto), pero por indicios del intercambio de mensajes tenía una idea de que podría vivir en un lugar determinado de Benavidez. Luego de una intensa búsqueda lo pudimos encontrar caminando por la calle. Cuando nos vio salió corriendo y se metió en una casa ajena, donde la misma familia no se lo permitió, y es así que lo pudimos atrapar y entregar a la policía.
El rostro se lo oculto puesto que vivimos en un estado de derecho donde todos somos inocentes hasta que una sentencia judicial diga lo contrario, pero lo cierto es que fui partícipe del intercambio de mensajes y les aseguro que revuelve el estómago.
Individuos como éste abundan más de lo que suponemos, y las redes sociales y la necesidad de los niños de adelantar etapas y ser adultos, es un “coto de caza” excepcional para este tipo de personas.
Tal vez resulta desagradable y crea conflicto con nuestros hijos “invadir” su privacidad, pero es fundamental controlar las conversaciones que tienen por las redes sociales. Y si advertimos que de un día para el otro cambian abruptamente su forma de ser, es advertencia de que algo está pasando.
Cuidemos a nuestros hijos, hay mucho HDP en la calle.
Artículo 131 del Código Penal: Será penado con prisión de seis (6) meses a cuatro (4) años el que, por medio de comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos, contactare a una persona menor de edad, con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual de la misma”.
