Tigre: la historia de José Miguel “Polaco” Herceg, un referente del automovilismo argentino nacido en General Pacheco

José Miguel “Polaco” Herceg, nacido en General Pacheco en 1936, es una de las figuras más destacadas de la mecánica y la preparación automotriz en la Argentina. Su trayectoria, ligada a múltiples disciplinas del deporte motor, lo convirtió en un referente respetado dentro y fuera de Tigre.

Su vínculo con los motores comenzó en la niñez, observando el trabajo de su padre en el taller familiar de Pacheco, espacio que desde los diez años se transformó en su segundo hogar. La formación del Polaco fue empírica: curiosidad, sacrificio y una dedicación inagotable marcaron su camino.

Ya desde muy chico mostraba una afinidad especial con todo lo que tuviera movimiento. Junto a su amigo Pepe Pacheco —integrante de la familia fundadora de la localidad— pasaba horas desarmando y armando juguetes. Entre los recuerdos que conserva con humor, suele mencionar una travesura en la Estancia El Talar, cuando rompieron adrede un tramo de calle para “rescatar” autos encajados durante una fiesta, un gesto que anticipaba el oficio que lo acompañaría para siempre.

Herceg desarrolló una carrera extensa y diversa: motociclismo, karting, automovilismo y motonáutica. En todas estas disciplinas dejó marcas difíciles de igualar. En motociclismo obtuvo tres campeonatos argentinos, dos subcampeonatos y victorias en competencias nacionales e internacionales. En karting fue campeón rioplatense, ganador del torneo de las 14 provincias y capitán del equipo argentino, además de haber obtenido 19 triunfos sobre 20 carreras en La Rural.

En automovilismo compitió en Turismo Nacional, Fórmula 4, Fórmula Uno Argentina y Sport Prototipos. También ganó en dos ocasiones las 500 Millas de Rafaela y trabajó con figuras como Jorge Cupeiro, Carlos Pairetti, Juan María Traverso y Héctor Luis Gradassi. Su precisión técnica y su capacidad para potenciar cada vehículo lo transformaron en una referencia del deporte motor.

Uno de los hitos de su trayectoria fue su incorporación a Ford, que lo contrató tras rechazar una oferta de Renault por una cuestión ética. “En ese momento la palabra tenía mucho valor”, recuerda sobre aquel acuerdo sellado con un apretón de manos. Durante quince años fue responsable técnico del equipo de Turismo Carretera, etapa en la que Ford obtuvo nueve campeonatos consecutivos.

En motonáutica también brilló con siete campeonatos argentinos, récords de velocidad y un título mundial offshore en 1992 en Gales del Sur. Su recorrido internacional consolidó su prestigio técnico y deportivo.

Hoy, desde su taller en Pacheco, continúa transmitiendo su experiencia a nuevas generaciones de mecánicos y pilotos. Su presencia, discreta pero constante, sigue siendo parte de la identidad del barrio y del deporte motor. Un vecino cuya historia atraviesa décadas de trabajo, pasión y logros que forman parte de la memoria deportiva de Tigre y de la Argentina.

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