El emprendimiento que comenzó con una madre cocinando para sus vecinos en Don Torcuato hoy es una de las cadenas gastronómicas más reconocidas del AMBA. Con producción diaria de 70.000 empanadas y un local en General Pacheco, sigue creciendo sin perder su raíz local.
En Tigre hay marcas que marcan. Y Mi Gusto es una de ellas. Esta cadena de empanadas gourmet que hoy cuenta con más de 35 sucursales en toda el Área Metropolitana comenzó su historia hace 25 años en Don Torcuato, como una pequeña rotisería familiar que buscaba hacer la diferencia.
Detrás del proyecto están los hermanos Jésica y Pablo Lemos, pero todo arrancó con Lucía, su mamá. En 1999 abrió el primer local en Don Torcuato y le puso su impronta: “Va a ser como mi casa, seré la anfitriona y los clientes, mis invitados. Va a ser mi gusto el que comerán”, les dijo. Y así nació el nombre que con el tiempo se volvería una marca registrada en el rubro gastronómico.
Aquel local, ubicado en uno de los barrios residenciales de Torcuato, no solo ofrecía comida casera: fue el punto de partida de una marca que hoy produce 15 millones de empanadas al año. “Siempre nos diferenció tener una empanada abundante, más grande de lo tradicional, con sabores originales y atención al detalle”, explican los hermanos.
La apuesta por empanadas y pizzas premium, con recetas propias y una estética de marca bien cuidada, terminó de consolidarse luego de la crisis del 2001. En la actualidad, la cadena cuenta con una planta de producción de 1.500 metros cuadrados en San Miguel —con planes de expandirse a 9.000—, una unidad de franquicias en pleno crecimiento y locales en Tigre centro, General Pacheco y alrededores.
En medio de la viralización por los dichos del actor Ricardo Darín —quien mencionó una docena de empanadas a $48.000 sin nombrar la marca—, desde Mi Gusto prefieren seguir enfocados en el producto. “Tenemos gustos disruptivos, pero las clásicas de mi mamá siguen siendo las que más salen”, reconocen.
Además, el crecimiento no se detiene: abrirán próximamente en Vicente López, sumarán una línea sin gluten y planean llegar al exterior. En Tigre, sin embargo, muchos vecinos siguen asociando a Mi Gusto con aquella primera rotisería de Don Torcuato, donde se vendían empanadas grandes, sabrosas y con ese toque familiar que, más allá del boom, sigue estando.
